El nombre de este árbol no está puesto a la ligera ni mucho menos y desde luego hay que tener en cuenta el peligro que puede presentarnos esta planta si nos acercamos mucho a ella.
El manzanillo de la muerte o bien manzanillo de arena (Hippomane mancinella) es una de las plantas más peligrosas del mundo pues toda ella es puro veneno, desde su tronco hasta sus frutos, que a primera vista nos pueden parecer mazanas comunes, solo que de menor tamaño. Es nativa de Florida, las Bahamas, el Caribe, América central y el norte de Sudamérica.
Si nos atreviésemos a tocar su tronco, podríamos sufrir quemaduras debido a su savia tóxica e ingerir sus frutos es mortal. En la época de floración, el polen o los pelos desprendidos de los elementos florales son alérgenos, produciendo sarpullidos, fiebre y otros trastornos. Incluso quemar su madera genera humos tóxicos.
Tampoco se recomienda quedarse debajo del este árbol, ya que el mero contacto de sus hojas con los ojos puede producir ceguera, especialmente cuando llueve, debido a que el agua arrastraría las sustancias caústicas de las hojas y podría caer sobre nosotros.
Algunos turistas incautos que paseaban por las playas caribeñas han comido sus frutos, pensando que se trataban de manzanas silvestres, y aunque su sabor es dulce y agradable al probarlas, su veneno provoca una muerte segura. Da lugar a una inflamación virulenta de las mucosas, la tráquea se cierra y, en algunos casos, se produce una hemorragia masiva en cuanto la toxina alcanza el estómago.
Ya en tiempos de los colonizadores españoles, los nativos del Caribe utilizaban la savia del manzanillo como veneno para las puntas de sus flechas, haciéndolas más mortíferas para sus enemigos.
En la actualidad está planta está bastante amenazada, pues se ha procedido a su exterminio total a causa de los peligros que pueden presentar a los turistas. Así es como una de las plantas más peligrosas del mundo supone una amenaza par sí misma debido a su letal naturaleza.